Archivo de la categoría: Pacocosas

Microrrelatos, aforismos lo que se me ocurra

Hexaptero Oficinensis

Invisible a los ojos humanos, notamos su presencia gracias a un cierto escalofrío en la columna vertebral, que aunque lo solemos achacar al termostato, es obra de la curiosidad de nuestro hexaptero, que sale en las horas puntas atraídos por la luces decolores de las pantallas de ordenador

Los exclusivos entomólogos que los han visto lo han logrado con el uso de espectroheliógrafos caledoscópicos y señalan la original disposición de sus seis alas.

El Hexaptero conocido coloquialmente como la mosca que va y viene, debe su nombre a que con sus alas delanteras es capaz de anular el avance de sus alas traseras y su vez dar vueltas de 360º con sus alas dorsales, en el mismo sitio.

En su habitat se alimenta básicamente de la pelusa gris, aunque se han descrito ataques indiscriminados a los contenedores de papel destruido sin reciclar.
Invisible a los ojos humanos, notamos su presencia gracias a un cierto escalofrío en la columna vertebral, que aunque lo solemos achacar al termostato, es obra de la curiosidad de nuestro hexaptero, que sale en las horas puntas atraídos por la luces decolores de las pantallas de ordenador

Los exclusivos entomólogos que los han visto lo han logrado con el uso de espectroheliógrafos caledoscópicos y señalan la original disposición de sus seis alas.

El Hexaptero conocido coloquialmente como la mosca que va y viene, debe su nombre a que con sus alas delanteras es capaz de anular el avance de sus alas traseras y su vez dar vueltas de 360º con sus alas dorsales, en el mismo sitio.

En su habitat se alimenta básicamente de la pelusa gris, aunque se han descrito ataques indiscriminados a los contenedores de papel destruido sin reciclar.

La cebolla de Granada

Granada es una ciudad que tiene una relación muy especial con su nombre. La granada es una fruta con una simbología mistica que arranca de su pasado judio, nuestra ciudad fué conocida como la Jerusalen de Hispania. Pensar en Granada y en el fruto de los granos que simboliza la fertilidad.

Vamos a imaginar que el símbolo de nuestra ciudad en vez del fruto del Punica Granatum es una simple y redonda Allium Cepa, una cebolla de las que tenemos por casa y que en cuanto nos descuidamos nos hace llorar.

En esa hermosa cebolla de color rojo , para no echar de menos nuestra granada granate, vamos a imaginar que están sus cuatro ríos, sus colinas, la vega…..todo lo que nos rodea.

Ahora que el símbolo de nuestra ciudad es una cebolla, la cogemos con las dos manos y empezamos a pelarla con mucho cariño, tiene una fina piel que aunque muy bien pegada, se quita fácilmente para que accedamos a la carne de nuestra Allium Cepa, nos queda un trabajo arduo, sacar las capas de la cebolla una a una .

En la primera capa tenemos la ciudad moderna, con sus adelantos, sus calles y artificios que nos impiden ver las bellezas de la misma, las luces y los cables nos deslumbran. La imaginación es sustituida por la eficacia.

Levantamos otra capa, y la imaginación nos permite ver como unos soldados de los Tercios se están paseando por el Cobertizo de Santo Domingo, riendo a carcajadas de como acaban de perder las monedas que habían traído desde Italia.

El líquido en las manos nos evoca que sin tener puerto de mar, las velas y cuerdas que necesitaba la Armada se hacían en Granada o como muy cerca de Plaza Nueva nació uno de los más famosos Almirantes de la Mar Oceana, el Marques de Santa Cruz, D. Álvaro de Bazán, héroe de Lepanto .

Nos tenemos que sacar las manos porque la fuerza del Mar se siente en nuestras manos y tenemos que seguir levantado capas.

Entre esas capas vemos la construcción de algunos edificios que vemos todos los días sin mayor pena ni gloria, pero que son ejemplos en los manuales de Historia del Arte en todo el mundo, y no nos referimos solo a la Alhambra, hablamos del Monasterio de San Jerónimo o la Cartuja por ejemplo.

Y así levantando capas y capas llegamos a la que creemos muy conocida Granada Zirí, al traslado, a los Reyes de la Alhambra. Nos cuesta seguir avanzado, aquí la capa esta muy bien fijada y hay mucha superficie. Hay que hacer un pequeño esfuerzo porque no estamos ni en la mitad de nuestra cebolla.

Levantada la capa vemos que en la historia de la iglesia cristiana hubo un importante concilio, el Concilio de Elvira . El paisaje ha cambiado de una manera radical , vemos campo, mucho campo, ricas aldeas con villas pensadas para ser autosuficientes, y núcleos de población con un foro y a la altura del río Singilis en Cenes de la Vega unas extrañas estructuras de madera para domar el agua y sacar su sudor aurífero en formas de pepitas ¿Minas tan cerca de la ciudad?

Y volviendo la espalda no está la fortaleza roja, tal vez haya algún puesto de vigilancia y algunas personas que vivan allí por la situación ventajosa de la altura ¿quienes eran aquellos habitantes?, ¿como se llamaban?

Podríamos seguir levantando capas para llegar hasta Illiberis y a los primeros pobladores que aprovecharon la riqueza de la vega , pero vamos a quedarnos en los momentos que existe la Provincia de la Bética y en la que no hay libros ni documentos, una época que aparece cuando los arqueólogos sacan unas piedras de su largo letargo gracias a una obra o una reparación de una calzada de asfalto para encontrar una calzada de noble piedra y mortero romano.

Con este pequeño juego mental hemos querido haceros pensar como se trabaja en recuperar el pasado histórico, una trabajo donde hay arqueólogos, historiadores, lingüistas y gente de a pie que ama su futuro y por eso preserva su pasado.

Cuando vemos una moneda en una urna de plástico en un museo, no es su valor en metal lo que nos debería de asombrar, si no quien la acuño, qué imágenes hay en el anverso y en su reverso, o si aparecen unos nombres que nos evocan las familias que hicieron posible que hoy tengamos un espacio que llamamos nuestra ciudad, apellidos como Valerius, Cornelius, Papirius…..

Pues si que tiene sustancia la Cebolla de Granada…..

La raqueta

(¡Gracias Edgar Allan Poe!)

Hubiera sido un tenista profesional, a lo Rafa Nadal, si aquel dia la raqueta me hubiera sido útil en dar respuesta al primer revés.
Posiblemente la elección del campo de tierra batida, un descampado en un pedregal, tampoco fue una buena elección.
El hecho de que mi primera raqueta fuera un trozo de roble americano (de un buen barril de amontillado)  que nos habíamos topado en medio del almacén.
Si todas estos hechos no ocurrieran tal como se sucedieron hoy estaría jugando la Copa Davis.

Cuartillas

Me gusta sentarme delante de una cuartilla con una pluma y dejarla fluir, que lo que se me pasa por la cabeza se plasme en el papel.
No es fácil localizar cuartillas, más de las veces tengo que partir folios, pero parece que vuelven a las papelerias.
Ire pasando a este mundo digital las cuartillas que vaya garabateando